Guadalajara, Jalisco.- Lechera Guadalajara, empresa emblemática de la actividad empresarial del estado, se encuentra en medio de la disputa por su control entre los hermanos González Uyeda, nietos de su fundador, el alteño (de Acatic), Roberto González de la Torre.
Este viernes, con intervención de la Fiscalía del Estado de Jalisco, los bienes de la empresa fueron asegurados y el control dado a los socios mayoritarios, los hermanos Aída Araceli Tomie, Roberto Eiji, Alfredo Shigueru y Sergio Akira.
Ellos acusan a sus fraternos Hilda Hiroko, Abraham Kunio (quien llegó a ser subsecretario de Gobernación Federal) y a Rubén Masayi de haberse apoderado del control de la empresa ilegalmente, en contubernio con jueces y sindicatos.
Rubén Misayi González Uyeda, es coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco.
Los hermanos manifestaron que llevan más de año y medio denunciando que sus familiares secuestraron el legado de su padre.
Invitaron a sus hermanos en discordia a zanjar diferencias y mantener todos control de la empresa.
La empresa da trabajo a 4 mil 500 personas, y muchas fueron despedidas, cuando los hermanos denunciados tomaron control en 2019, en acciones que un juez ha determinado que podrían configurar un fraude procesal.
El abogado del caso manifestó que los tres hermanos en control quieren perpetuarse en la dirigencia de la lechera, también conocida como Sello Rojo.
El propietario de la empresa, Rubén González Sánchez, padre de los hermanos en disputa, falleció en 2015.
La empresa, según peritaje, vale actualmente alrededor de 5 mil millones de pesos.
