Guadalajara, Jalisco.- Un bebé de apenas 8 meses de edad murió tras recibir un balazo en la cabeza durante una balacera registrada en un sepelio que se realizaba dentro del Panteón Jardín Guadalajara.
El caso ocurrió la tarde del pasado domingo, aunque se conoció hasta este lunes, cuando se supo que la Fuerza de Reacción de la Policía Metropolitana, como suele suceder en estos casos, llegó tarde a investigar este infame hecho a tal grado de no encontrar a nadie en el lugar.
Los agentes fueron informados que el menor ya había sido llevado a la Clínica 34 del IMSS, donde falleció el bebé como resultado del balazo.
Trascendió que otra persona habría sido lesionada, y fue llevada al Hospital Civil para su atención.
Los testigos aseguran que nadie más salió herido, y que sólo comenzaron a escuchar balazos, por lo que hubo una desbandada de asistentes en el servicio funerario.
Casos como este, ponen en evidencia las cifras presumidas por el gobernador Enrique Alfaro Ramírez sobre la baja de percepción de inseguridad e incidencia de delitos.
La realidad es que los hechos de sangre ocurridos diariamente desmienten las cuentas alegres oficiales.