Tonalá, Jalisco.- A pesar de haber sido construida con materiales defectuosos y presentar fisuras en algunos pilares, el pasado sábado 12 de septiembre fue inaugurada contra viento y marea la Línea 3 del Tren Ligero de Guadalajara, en una ceremonia presidida por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.
La obra tardó seis años en concretarse y se entregó con tres años de retraso y a un costo tres veces mayor a lo que originalmente se había presupuestado.
En las instalaciones del Sistema del Tren Eléctrico Urbano (SITEUR), en esta ciudad, fue donde se hizo el acto inaugural de las obras comenzadas durante la administración del priísta Aristóteles Sandoval.
Durante el evento, hubo cordialidad entre el mandatario federal y el estatal, quienes no tienen una buena relación y se han enzarzado en pleitos verbales en meses recientes, particularmente por el manejo de la pandemia y por los recortes presupuestales a Jalisco.
El Presidente dijo, al menos en el discurso, que no hay diferencias partidistas, cuando de obras públicas de beneficio social se trata. Sostuvo que lleva buena relación con el gobernador del estado.
Por su parte, Enrique Alfaro habló de la disposición del gobierno federal para culminar la obra.
Para ello había solicitado mil millones de pesos al gobierno central, que terminó poniendo cinco mil millones para su terminación.
La obra había sido proyectada a un costo de 17 mill millones de pesos, y el desembolso total para ella fue de 33 mil millones de pesos.
La entrada a la Línea 3 será gratuita para el público en general hasta el día 20 de septiembre.
