Zapopan/Jalisco/Noticias.- Las familias damnificadas por las inundaciones del arroyo El Seco, comienzan a rehacer sus vidas después del desastre.
Tras perderlo todo, la solidaridad de amigos y familiares, permitió que aquellos que vieron sus vidas arrastradas por el cauce, comiencen a reorganizar sus existencias.
Las vidas de muchas familias cambiaron hace un mes, cuando la fuerza del agua arrasó con sus viviendas, sus pertenencias y, en ese momento, con sus futuros.
Sin embargo, el apoyo de la gente ha permitido la reconstrucción del futuro para los afectados.
El apoyo económico que ofreció y brindó el Estado, no ha sido suficiente para reparar el daño sufrido.
El 25 de julio, el desbordamiento del arroyo El Seco, dejó 560 fincas dañadas y 87 inhabitables.
A pesar de los trabajos en la zona, los vecinos no se confían y han puesto costales como diques en las entradas de sus casas ante la posibilidad de un nuevo desbordamiento.
La intranquilidad es la constante ante una nueva amenaza de lluvias en esta zona. El nerviosismo es parte de la vida diaria, después de perderlo todo y comenzar de cero nuevamente.