Guadalajara, Jalisco.- Concebida para ser el punto en que se concentrarían las industrias de computación, videojuegos y animación para revitalizar el centro de la ciudad en la zona del Parque Morelos, la Ciudad Creativa Digital no pasa hasta ahora de ser un conjunto semivacío de edificios llenos de buenas intenciones y salpicaduras de corrupción.

De acuerdo al anuncio realizado el 30 de enero de 2012 por el entonces Presidente Felipe Calderón, Guadalajara había sido elegida entre 11 metrópolis del mundo para albergar un cluster de industrias creativas que, según prometió, atraerían una inversión de 10 mil millones de dólares y crearían más de 10 mil empleos en cinco años.

La idea era que, una vez terminado la CCD, en ella estarían las oficinas del fideicomiso que la manejaría, un laboratorio del Tec de Monterrey, industrias del software y creativas y una Universidad Digital, inspirada en la Singularity University de Silicon Valley en California.

El conjunto de edificios, cuyo proyecto original fue luego cambiado en varias ocasiones, tendría vocación tanto empresarial como habitacional.

Por principio de cuentas, se compraron, muchas veces con desacuerdo de los vecinos originales de la zona, las propiedades donde se asentaría el flamante CCD. Una vez compradas las propiedades, que habrían dado pie a un oscuro negocio inmobiliario en el trienio de Alfonso Petersen en Guadalajara, las casas fueron derruidas y nada se hizo en los terrenos, que se vieron invadidos por indigentes y drogadictos.

El primer edificio a construir se adjudicó de manera sospechosa con sobreprecio, pues la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP) pagó a 40 mil pesos el metro cuadrado de construcción, cuando una valuación externa calculó en apenas 14 mil pesos el costo, lo que habría incrementado la obra en 200 por ciento.

Pese a esto, y a la promesa del actual gobernador, Enrique Alfaro, de auditar las cuentas de la CCD, hasta el momento no se sabe nada, lo que evidencia que viene protegiendo las corruptelas de sus antecesores en el manejo del fideicomiso encargado de la construcción.

El 14 de noviembre de 2019, el mandatario dijo en rueda de prensa realizada en el sitio que en su sexenio, se consolidaría el proyecto, y aunque los edificios están terminados, están prácticamente vacíos, casi dos años después de que tomara posesión del cargo.

El politólogo y director de Canal 44 de la Universidad de Guadalajara, además de presidente de la Asociación de Industrias Creativas de Jalisco, Gabriel Torres Espinoza, ha señalado reiteradamente las irregularidades del proyecto.

Julio Acevedo García y Jacobo González Torres, ex Director General y Presidente del Fideicomiso mencionado, han sido siempre mencionados como fraudulentos, con gastos sin solventar en la CCD por más de diez millones de pesos sólo en 2016.

Tras la prometida revisión de los planes de la Ciudad Creativa por parte del gobierno estatal, se pretende impulsarla con concursos de largos y cortos metrajes anunciado para 2020, organizado por la empresa Pixelatl.

Las compañías que se han instalado hasta ahora en la CCD son Grupo PISA, con un centro de diseño y desarrollo de software y una empresa pequeña de videojuegos, el Centro de Innovación del Internet de las Cosas del Tec de Monterrey y la Universidad Tecnológica de Jalisco. Pero, en general siguen vacíos sus espacios.  

El Gobierno Federal había invertido 450 millones de pesos en la CCD hasta 2019, y en 2020, el presupuesto era de 45 millones de inversión estatal. 

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here