Tomatlán/ Jalisco/ Noticias.- Impulsado por el ex gobernador Emilio González Márquez, en cuyo sexenio la corrupción panista alcanzó máximos históricos, el proyecto costero Chacalatepec, en Tomatlán, renombrado por el propio exmandatario como «Nuevo Cancún», está atorado, desde hace 11 años, por problemas legales.
El megaproyecto costero impuesto por el ex gobierno panista ha costado hasta el momento, 89 millones de dólares.
Los fondos salieron, en buena parte, de las pensiones de los trabajadores del gobierno de Jalisco vía el Instituto de Pensiones de Jalisco (IPEJAL).
El Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco tiene una inversión de capital de riesgo en el proyecto, en conjunto con el Grupo Rasa Land (ahora Xala), asegurando que obtendrían rendimientos del 48 por ciento derivados del 25% de las acciones que poseen.
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Los ejidatarios se oponen a la realización del proyecto, otra manera de seguir privatizando la Costa de Jalisco, cada vez mas invadida y privatizada.
En el 2010, se comenzó a plantear la idea de desarrollar un centro turístico en la zona, en medio de grandes polémicas, principalmente las desatadas por la disputa de los terrenos.
Los ejidatarios del municipio de José María Morelos estaban inconformes pues, decían, había un conflicto agrario.
El proyecto de impacto ambiental establecía que la población no debería pasar de 40 mil habitantes en las 1,200 hectáreas contempladas. Se esperaba construir al menos cinco desarrollos turísticos.
En el documento se planteaba un modelo de desarrollo a 99 años.
Durante los próximos 30 años se construirían de 4,650 cuartos de hotel en seis fases de cinco años. Siempre y cuando se fomenten beneficios económicos, sociales y ambientales.
Se contemplaba la creación de un Área Natural Protegida de 515 hectáreas y la reforestación de 239 hectáreas.
La playa de Chacalatepec era virgen, con arenas blancas y aguas tranquilas. Tiene dos humedales considerados sitios Ramsar por la ONU.
Los últimos esfuerzos por empujar este desarrollo se dieron en 2019, con la renovación de la mesa directiva ejidal a modo de los desarrolladores. Fue rechazada por el Registro Agrario Nacional.
Para conseguir que las tierras del ejido fueran vendidas (pertenecían a una ex hacienda llamada La Nancy, y al ejido le correspondieron 12 mil hectáreas), poco a poco llenaron de pequeñas propiedades de particulares, que las vendieron a los desarrolladores.
Los abogados de los ejidatarios hallaron escrituras falsas de quienes les vendieron a los que quieren urbanizar Chacalatepec.
El fideicomiso creado para el desarrollo, el F/380, sería disuelto por solicitud de los ejidatarios. Fideicomiso firmado por Pensiones del Estado, la ahora empresa Xala (antes Rasa Land), La Mandarina (de Riviera Nayarit) y el hotel Four Seasons.
Todas las inversiones hechas por ellos en Chacalatepec se disiparían al desaparecer el fideicomiso, incluido el dinero de los pensionados de Jalisco.